La atención domiciliaria en personas con discapacidad se centra en proporcionar cuidados individualizados y adaptados a las limitaciones específicas de cada individuo. El objetivo principal es promover la autonomía, la inclusión y el bienestar general, brindando el apoyo necesario para que puedan vivir de forma independiente y participar plenamente en la vida diaria
La atención domiciliaria en personas con discapacidad busca satisfacer las necesidades físicas, emocionales y sociales de cada paciente. Los cuidados necesarios varían según el tipo y grado de discapacidad.
Cuidado personal: Brindar apoyo en la higiene personal, el baño, vestirse, asearse y otras actividades de cuidado personal en las que el paciente pueda necesitar ayuda para realizarlas.
Administración de medicamentos: Asegurar de que el paciente tome sus medicamentos según la prescripción médica y ayudarles a organizar y recordar sus dosis, y estar atento a posibles efectos secundarios o interacciones medicamentosas.
Monitorización de signos vitales: Control regular de los signos vitales del paciente, como la presión arterial, el pulso, la temperatura y la frecuencia respiratoria. Es importante estar atento y observar cambios significativos, para comunicarlo al personal médico con la mayor brevedad posible..
Asistencia en la movilidad: Ayudar al paciente con discapacidad a moverse dentro de su hogar, transferirse de la cama a una silla de ruedas, utilizar dispositivos de ayuda para la movilidad, como andadores o bastones, y realizar ejercicios terapéuticos para mantener la fuerza y la flexibilidad.
Alimentación adecuada: Controlar y supervisar la ingesta de alimentos si fuera necesario, teniendo en cuenta las necesidades dietéticas específicas de cada paciente. Ayuda en la adaptación de las comidas a problemas de deglución u otras restricciones alimentarias.
Terapia ocupacional: Colaborar con el terapeuta ocupacional en la implementación de actividades que promuevan la autonomía y el desarrollo de habilidades específicas según la discapacidad, como terapia de la mano, entrenamiento en habilidades cognitivas y actividades de la vida diaria
Gestión de dispositivos de asistencia: Ayudar al paciente a utilizar y mantener dispositivos de asistencia, como prótesis, sillas de ruedas, audífonos o equipos de comunicación aumentativa y alternativa.
Coordinación con otros profesionales de la salud: Trabajar en colaboración con otros profesionales de la salud, como fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas y médicos, para garantizar una atención integral y coordinada
Registro y comunicación: Llevar un registro de las actividades diarias del paciente, como la ingesta de alimentos, la toma de medicamentos y los cambios en su estado de salud. Se comunicará cualquier observación relevante al personal médico y a los familiares del paciente.
Cada paciente es único y puede tener necesidades específicas. Es importante establecer una buena comunicación con ellos y los familiares para proporcionar una atención personalizada y de calidad. Además de intentar trabajar en colaboración con el equipo de atención médica para seguir las pautas y directrices establecidas.